lunes, 1 de agosto de 2011

DESPUES DE 14 AÑOS EL DESIERTO SE CUBRE DE NIEVE

Debido a las intensas nevazones que cubrieron más de 10 km de carretera, Carabineros se vio en la obligación de cerrar la Ruta 5 entre los tramos Pajonales  y Domeyko en la Tercera Región.  La vía sólo fue habilitada pasado el medio día cuando dejó de precipitar en la zona y las maquinarias lograron despejar el camino.
Eran cerca de las tres de la madrugada cuando comenzaron a caer los primeros copos de nieve en la cuesta Pajonales, sector ubicado a más de 120 kms al norte de La Serena.
Tres horas después, un manto blanco de 15 centímetros no sólo cubría a los pueblos del sector, sino que también envolvía las cálidas tierras del desierto.
Producto de este inusual fenómeno Carabineros se vio en la obligación de cortar el tránsito desde el kilómetro 585, antes de la quebrada de Pajonales; hasta el 650 en la localidad de Domeyko.
“Debido a la intensidad de las precipitaciones de nieve decidimos suspender cerca de las siete de la mañana el tránsito para los vehículos de carga mayor; y de esa forma prevenir accidentes. Porque de verdad el suelo estaba muy resbaladizo”, comentó el capitán Manuel Caroca, de la Tercera Comisaría de Domeyko, en la Tercera Región.
Situación que generó más de un malestar a los camioneros, quienes tuvieron que esperar más de cinco horas para retomar su trayecto hacia el norte o sur del país.
Misma situación ocurrió en el terminal de La Serena, donde las nevazones y rodados en la cuesta Pajonales dejó a cientos de pasajeros de buses interurbanos con sus boletos en la mano, ya que la interrupción en el tráfico desde y hacia el norte del país, impidió que las máquinas llegarán a tiempo o  que pudiesen salir hacia su destino.
Si bien, alrededor del mediodía se restableció con normalidad las salidas de los buses hacia el norte, decenas de personas continuaban devolviendo sus pasajes, porque ya no les servían. Esto le sucedió a Rubí Gajardo, quien debido a sus estudios en Talca, con anticipación compró su pasaje de vuelta a Santiago y el otro hacia la ciudad sureña, pero finalmente no los pudo utilizar.
“Tenía pasaje a las 8:45horas y hasta ahora no tengo una respuesta, yo tengo clase mañana (hoy) y la empresa no pone más buses para viajar. La única solución que nos dan es que nos devuelven el pasaje, pero ¿cómo llego a Santiago?”, expresó con molestia.

Un gran espectáculo Una vez habilitada la vía fueron decenas las personas que decidieron salir de sus hogares y embarcarse en la aventura de observar cómo el desierto más seco del mundo estaba cubierto por nieve.
Los primeros indicios de este fenómeno se visualizaban en la comuna de La Higuera, sector donde las cimas de los cerros vestían de un blanco resplandeciente, hecho nunca antes visto en estas localidades costeras y menos en las llanuras del desierto.
“Cuando vimos que los cerros cercanos al pueblo del Trapiche estaban cubierto de nieve, decidimos reunir a nuestros niños y traerlos a ver esta preciosura. Además, que muchos de ellos sólo conocían el hielo del refrigerador”, indicó Francisco Yáñez, vecino de la localidad.
Para algunos ni el frío ni los desperfectos en los caminos les impedirían palpar con sus propias manos el contraste entre aquella tierra reseca, que acostumbran a observar,  con aquel frío y suave manto blanco que cubría las laderas.
“Hace más de 14 años que no veíamos algo de esta magnitud. Creo que la última vez fue cuando bajó la quebrada en el 97, aunque ese año sólo los cerros se cubrieron de nieve, esta vez el fenómeno llegó hasta los pueblos de la costa”, comentó Alejandro Orellana, presidente de la junta de vecinos del trapiche.
Quien también estaba maravillado con este paisaje era Jorge Etcheverria, uno de los pobladores más antiguos de la quebrada de Pajonales. “Supimos que iba a llover así que de inmediato bajé a cuidar a mis animales, pero nunca me imagine que nevaría. Si del año 97 que no pasaba esto. Cuando cayeron los primero copos me levanté de inmediato a ver a mis animalitos, porque tengo un potrillo recién nacido al que podría haberle pasado algo. Pero al ver esta maravilla uno queda pagado”, comentó.
Sin duda, que los niños eran los más felices con este espectáculo invernal, puesto que para muchos de ellos  la nieve sólo está dentro de su imaginación o del refrigerador de la casa.
“Nunca me imagine que sería de esta forma. Tengo un poco de frío, pero no importa, porque ahora puedo decir que jugué con mis amigos en la nieve”, relataba Rodrigo Barrera, un menor del Trapiche mientras trataba de arrancar de su compañero que lo perseguía con una bola de nieve en su mano.
Para los escolares fue el mejor panorama que pueden haber tenido en el último día de sus vacaciones de invierno. “Mañana volvemos a clases, pero felices porque por fin pude conocer la nieve”, comenta Barrera.
Este espectáculo que se extendió por más de diez kilómetros fue generado por “un núcleo frío en altura que al juntarse con una masa de aire frío, que se había estacionado días anteriores, se produjeron nevazones en una cuota bajo a los mil metros de altura. Por ello cayó nieve en el desierto, en Pisco Elqui y en otros lugares de la región”, explicó Cristóbal Juliá, meteorólogo del Ceaza.
De acuerdo, al especialista el núcleo frío en altura debería retirarse de la zona dentro de las próximas horas, para estar completamente despejado el día lunes.
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